Historia, Ciencias Sociales y Políticas
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CIENCIAS POLÍTICAS
Nosotros y los otros, Subjetividad que se forma,… y transforma
Las demandas sociales y culturales de los aborígenes deben ser escuchadas y respetadas… pero desde nuestra conformación como Nación_Estado los pueblos indígenas fueron negados , reprimidos, disciplinados, exterminados… por las clases dominantes, logrando su debilitamiento como grupo étnico (nación) consolidando las condiciones para la reproducción de la pobreza de las distintas etnias.
El capitalismo que no es sólo un mecanismo de acumulación sino también un proceso cultural, necesitó crear los Estados Nacionales en la etapa del neocolonialismo, donde la oligarquía argentina construye el Estado, excluyendo al aborigen considerado inferior de acuerdo a los parámetros establecidos por el pensamiento euro-etnocéntrico. El orden de dominación (Nación-Estado) justificada por el concepto de raza inferior que amenazaba el progreso, construyo la imagen de indígena salvaje, estructurando dos grandes campos enfrentados que se mantiene hasta hoy: nosotros y los otros, civilización y barbarie, el campo productivo y “el desierto” habitados por los deshumanizados indígenas, lo propio y lo ajeno, donde todo lo diferente, constituye un peligro latente que es necesario anular. El indio improductivo que amenazaba el progreso del país debe ser civilizado bajo la condición de reducido y convertido en mano de obra barata para ser sometido a los caprichos del hombre blanco, que como cultura dominante primero asesinó al aborigen por el solo delito y pecado de ser diferente para luego utilizarlo como mano de obra barata y al ampliarse la solidaridad mezquina intento integrar como pueblo sometido, al indígena con escuela, tractores, semillas y sobretodo votos a costas de la pérdida de su identidad, para llegar hoy al reconocimiento de su derecho a ser Aborigen manifestado en la constitución ,leyes, discursos oficiales pero tal reconocimiento queda solo en los papeles y el genocidio-etnocidio continua…
El hombre blanco como cultura dominante siempre pensó por los otros, construyendo a los diferentes, con características funcionales a la conservación del orden establecido. El genocidio_etnocidio persiste porque nuestro pensamiento colectivo egoísta, no nos permite Ver, Creer ni Hacer nada por el otro y el pensamiento: euro-etnocéntrico, que nos convence QUE SOMOS SUPERIORES a los otros, los diferentes, los “bárbaros” y “salvajes”, se sigue reproduciendo naturalmente dentro del orden instituido. La cultura socializa a los individuos creando el pensamiento compartido “por todos”, donde algunos, nos van convenciendo para asegurar la reproducción del disfrute de sus mezquinos intereses. Nuestro Contexto establece la lógica de aceptar y protestar…, es decir se impone un saber disciplinado que nos dice que protestar y que no, lo cual es favorable a los intereses de quienes imponen la lógica que determina lo válido, de allí las desigualdades, injusticias sociales y multiplicación de excluidos.
Pero el orden instituido, puede modificarse de abajo hacia arriba, primero formando y transformando nuestro pensamiento que precede al sentimiento y comportamiento. Lejos del asistencialismo estatal, ellos mismos deben encontrar los medios que los traigan del lado de la vida que quieren, de la elección de su propia forma de vida que siempre estará atada al territorio.En la interacción con el mundo consciente-inconsciente, nosotros vamos construyendo, nuestra subjetividad, Subjetividad que se forma, pero también transforma cuando nos Damos cuenta y vamos generando propias estrategias… para que, de esta manera, cada persona pueda pensar por sí misma y no en sí misma.
La nueva autoconstrucción de nuestra subjetividad debe tener por fin dejar de pensar por “el otro inferior” y preguntarnos ya no que hacer por los aborígenes sino que hacer con ellos en una interacción democrática y quizás recién este genocidio-etnocidio no siga ocurriendo.-
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