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Primer Trimestre HISTORIA I

El ¿para qué? de la Historia

 

 

“La historia podrá juzgar mi ideología política de hecho ya la ha juzgado suficientemente, los lectores mis escritos. Lo que busco es la comprensión histórica, no el acuerdo, el beneplácito, o la simpatía del público.” Eric J. Hobsbawm (1917-2012)

 

   Cuando hablamos de Historia, casi siempre las imágenes mentales que aparecen son relacionadas con el pasado. Un pasado que significa un corte en nuestra vida con respecto al presente y al futuro. Lo “pasado pisado” dicen, pero el pasado individual y social está formado por todos los pensamientos, sentimientos y comportamientos aprendidos y experimentados a través del contacto social. La vida en sociedad, significa compartir una cultura de construcción continua. Esa cultura propia nos dice quienes fuimos, somos y seremos (Identidad) en un tiempo sin cortes. Nosotros cuando recordamos ese pasado, lo hacemos desde el presente, con la mentalidad de ese momento, y ese pasado puede ser diferente a como lo vivimos en realidad. Entonces la historia siempre se reconstruye desde el presente, así como lo hacemos nosotros también los gobiernos o poderes instituidos utilizan a la historia como una herramienta para lograr la aceptación y adhesión de los gobernados, y construir una historia en común.

   Los historiadores reconstruyen la historia, de acuerdo a su propia forma de pensar y de comprender el mundo (subjetividad) y a la influencia del contexto (todo lo que nos rodea), surgiendo interpretaciones muy diferentes sobre un mismo proceso o acontecimiento histórico. Por ejemplo, para un grupo de científicos sociales , la palabra aborigen significa “sin origen” y para otros “desde el origen”. Y entre el “sin” y el “desde” se escribe la historia y los reclamos de los pueblos indígenas de toda América, incluida las etnias (Nación, Cultura) chaqueñas. Los historiadores para reconstruir la historia, es decir el conocimiento histórico, cumplen con una serie de pasos ordenados propios de la investigación histórica, utilizando las técnicas y métodos de todas las Ciencias Sociales, porque se trata de una investigación interdisciplinaria. En esa interacción entre el pasado que es la historia vivida y la interpretación del historiador, que es la historia construida, primero se hace el planteo del problema que es el tema a investigar como por ejemplo , la historia de un acontecimiento, proceso, institución o personaje, después se busca, selecciona y analiza la información sobre el tema, se llega a conclusiones, que son el resultado de su hipótesis (algo probable que se debe verificar) para comunicarlas, es decir, publica su trabajo y espera ser aceptado por otros científicos sociales. Para realizar la investigación histórica recurre a documentos escritos, restos arqueológicos, testimonios orales , videos, fotografías, escritos, entre otras múltiples fuentes, que pueden ser cualquier cosa de donde obtiene información para su tema, porque es el investigador quien convierte en fuente a cualquier elemento.

  Así como los historiadores, nosotros para aprender, debemos comprender. No quedarnos solo en los datos, acontecimientos, fechas, personajes aislados, en las preguntas habituales que nos hacemos ¿Qué paso, donde, cuando? sino buscar: los ¿por qué y cómo?, y ¿para qué?, es decir, procesar la información a través de las operaciones del pensamiento (buscar, seleccionar, observar, analizar, relacionar, comparar, sintetizar, imaginar…), para aprender a pensar y aprender a cuestionar como pensamos. Nosotros debemos tomar conciencia de “nuestros males” que aprendemos en un contexto que forma nuestra subjetividad. Aprender a analizar los datos que recibimos, aprendiendo a enfrentar problemas y soluciones en un contexto demasiado superficial, produciendo un pensar, sentir y actuar diferente a lo instituido… porque la Historia es la ciencia que analiza los cambios y permanencias de la vida en sociedad, con todos sus aspectos políticos, económicos, sociales y culturales en un tiempo sin tiempo.

   La Historia es el camino a seguir para la comprensión de nuestra vida cotidiana en un juego del tiempo sin tiempo y nos ofrece las herramientas para el desarrollo de nuestras propias capacidades. Capacidades que interactúan en todas nuestras relaciones sociales cotidianas como productores y receptores de bienes simbólicos, para dejar de reproducir lo que aprendimos en la cultura que vivimos, relacionando los problemas del pasado con los del presente, el saber histórico escolar con los problemas de la vida…, y en ese proceso continuo podemos adquirir en un proceso nunca de inmediato, conciencia histórica, conciencia ecológica, conciencia ciudadana y conciencia política, y así poder formar y transformar nuestra realidad para construir nuestra propia historia.-

 

Areces, Nidia. La enseñanza de la historia frente a la política neoliberal de reducir, reutilizar y reciclar. En: Jornadas de Reflexión y Debate, Hacía una visión crítica de la Historia.(Abril-Agosto 2004) Recopilación de Ponencias y Debates. CERIDE. Santa Fe. Julio de 2005 Finocchio, Silvia. Enseñar ciencias sociales. Troquel. Buenos Aires, 1993. Gonzalez, Alba,. Andamiajes para la enseñanza de la Historia. Lugar editorial. Bs.As. Cap. 4 Hobsbawm, Eric Sobre la Historia. Edit. Critica. Barcelona 2002 Hobsbawm, Eric J. Años interesantes. Una vida en el siglo XX .Barcelona, Editorial Crítica, 2003, p. 10 Pagés, J- ¿Qué se debería enseñar de historia hoy en la escuela obligatoria?...En: Revista Escuela de Historia. Facultad de Humanidades Universidad Nacional de Salta Año 6, vol. 1, Nº 6. 2

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