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Segundo Trimestre Historia IV

La crisis política argentina Peronismo y antiperonismo

Entre el exilio y el regreso de Perón (1955-1973)

 

    Entre 1955 y 1973, el mundo se movía por parámetros establecidos por la guerra fría y el capitalismo de bienestar, lo que daría lugar a un conjunto de procesos históricos interrelacionados como: la coexistencia pacífica entre las superpotencias que permitía creer en una paz posible a pesar de la crisis de los misiles de 1962; Europa lograba la unión económica con la Comunidad Europea; Mao Zedong continuaba con su Revolución China; nacía el Movimiento de No Alineados en la Conferencia de Bandung de 1955 por los países del Tercer Mundo; Fidel Castro y el Che Guevara realizaban la revolución cubana estableciendo un gobierno comunista en Latinoamérica; el presidente Kennedy presentaba la “alianza para el progreso” económico de Latinoamérica para evitar el crecimiento  del comunismo y la Agencia Central de Inteligencia seguía derrocando gobiernos “enemigos”; Martin Luther King luchaba contra el racismo y lo asesinaban en 1968; la humanidad pisaba la luna en 1969 y lo pasaban por televisión…, mientras todo esto pasaba en el mundo, en nuestro país después del golpe de Estado contra Perón en 1955, se inicia una etapa de crisis política permanente hasta el regreso de la democracia en 1983.

   Entre el exilio de Perón hacia 1955 y su regreso en el 1973, la crisis política Argentina significaba la ausencia de un orden político estable y legitimo en una sociedad dividida entre Peronistas y antiperonistas como posiciones irreconciliables que dio lugar a la alternancia entre gobiernos constitucionales y gobiernos de Facto. La ausencia de cultura democrática, la proscripción del peronismo, el autoritarismo militar y la economía atada a los intereses extranjeros se movían entre la lógica binaria de los peronistas trabajadores, sindicatos, nacionalistas, grupos de izquierda y de derecha, sectores militares…,frente al sector agroexportador liberal, clases media, iglesia, fuerzas armadas, partidos políticos, medios de comunicación formaban el sector autodeclarado antiperonista. Entre dos gobierno democráticos, el de Arturo Frondizi en 1958 y el de Arturo Illia en 1966, los militares realizaban golpes de Estado con la excusa de salvar a la República, los seis gobiernos militares de Lonardi, Aramburu, Guido, Onganía, Levingtón y Lanusse, y la resistencia de quienes buscaban cambiar el orden establecido se manifestaba en la protesta social, artística, obrera, estudiantil y guerrillera.

   La desperonización del país aplicada por militares y sectores poderosos había tenido efecto contrario, Perón desde el exilio seguia ejerciendo poder político, obligando a los militares entregar el gobierno a un presidente elegido con los votos del peronismo proscripto. Arturo Frondizi accedió a la presidencia en 1958 por la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), el otro sector radical era la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) dirigida por Ricardo Balbín, con la promesa de superar el enfrentamiento peronismo-antiperonismo permitiendo la participación política del peronismo, pero sin Perón y aplicar el Desarrollismo, como lo hicieron otros países latinoamericanos, que consistía en un programa económico para dejar el subdesarrollo, a través de promover el crecimiento industrial nacional para el mercado interno y para su exportación, reemplazando a la agroexportación, pero la industria dependía del capital extranjero lo que aumentó la dependencia económica junto la deuda externa por los créditos obtenidos. Las inversiones extranjeras se aplicaron en la fabricación de automóviles y electrodomésticos. Se instalaron fábricas a lo largo de la costa del Paraná, desde Rosario hasta La Plata y en Córdoba, creciendo la cantidad de obreros y habitantes. En esta época, profesionales e intelectuales adquirían mayor importancia en la vida social, las empresas familiares se transformaban por la influencia de las empresas extranjeras, la CGT (confederación general del trabajo) volvía a funcionar y la Unión Obrera Metalúrgica desplazaba en importancia a lo sindicatos ferroviarios y textiles. Frondizi fue perdiendo apoyo por su giro derechista, de Perón por la traición a los votos peronistas y sectores intelectuales nacionalistas por su política económica favorable al capital extranjero; del peronismo que le exigía levantar la proscripción; de los militares y la oligarquía antiperonista porque permitió participar y  triunfar en 8 provincias a los peronistas en las elecciones de 1962 que fueron anuladas; de Estados Unidos y del ejército por el encuentro secreto entre Frondizi y el Che Guevara que había llegado a Punta del Este para la presentación del plan norteamericano, “Alianza para el Progreso” del presidente Kennedy. Ante todo esto, un nuevo golpe de Estado realizado por militares y civiles contrario al peronismo y al desarrollismo, que colocan como presidente al vicepresidente primero de la cámara de senadores, José María Guido hasta 1963.

   Así como la lógica bipolar dominaba el mundo, entre rusos y estadounidenses y los argentinos entre peronistas y antiperonistas, los militares también formaron dos bandos enfrentados, por un lado "los colorados" antiperonistas y anticomunistas, que preferían mantener un gobierno militar hasta terminar con el peronismo y comunismo y el otro sector, "los azules" o constitucionalistas, también anticomunistas, que se inclinaban por la participación limitada del peronismo y restaurar la vida constitucional. Los enfrentamientos armados entre ambos sectores entre septiembre de 1962 y abril de 1963,  favoreció a "los azules" cuyo jefe el general Juan Carlos Onganía, sería después presidente de facto en 1966. La rivalidad interna de las fuerzas armadas obligó a convocar a elecciones impidiendo la participación del peronismo, quienes junto al desarrollismo votaron el blanco,  resultando vencedor el Dr. Arturo Ilia de la UCRP, quien llegaba a la presidencia solo con el 23 % de los votos. Illia aplicó una política de intervención del Estado en la economía, regulando las inversiones extranjeras, anulando los contratos petroleros entre YPF y 13 empresas extranjeras durante el gobierno de Frondizi, control de precios, salarios mínimos, restableció la plena vigencia de las libertades públicas, que durante años habían estado restringidas, sin estado de sitio y sin presos políticos. A pesar de todo esto la democracia y la representación política era muy débil, su gobierno tenía la oposición de casi todos los sectores, Fuerzas Armadas, conservadores, empresarios, iglesia, Estados Unidos, y la CGT dividida entre dialoguistas, liderada por Alonso y la combativa, por Vandor quien intentó quitar de la conducción del peronismo al propio Perón con el neoperonismo o peronismo sin Perón, aumentaron las huelgas y ocupaciones de fábricas. El buen gobierno y el crecimiento económico fue reemplazado por incertidumbre, debido a la campaña de acción psicológica realizada por el poder político, económico, militar e ideológico, quienes usaron los medios de comunicación social para construir la idea de vacío de poder, ridiculizando al Presidente como una tortuga, lento e ineficiente, mientras el avión que traía a Perón era detenido en Río de Janeiro, el terror a la restauración peronista y a la expansión del comunismo reclamaba un nuevo golpe de estado .

   El 28 de junio de 1966, militares apoyados por sectores poderosos derrocan al presidente constitucional Arturo Humberto Illia, y se inicia “la Revolución Argentina" desde 1966 hasta 1973 con las “presidencias” de los generales Onganía, luego Levingstón y por ultimo Lanusse. Los militares no asumieron el poder para desplazar un gobierno elegido por el pueblo y convocar a elecciones como era lo habitual, sino para quedarse de acuerdo a un tiempo fijado. Primero alcanzar un tiempo económico que consistía en modernizar la economía para lograr estabilidad económica, luego un tiempo social para lograr estabilidad social, y así llegar al tiempo político donde el poder pasaría a la Comunidad corporativa, a las asociaciones sindicales, empresariales o vecinales y no a los partidos políticos, pero el orden “todo el tiempo” fue autoritario para eliminar la presión de los grupos sociales y políticos en beneficios de  los militares y las grandes empresas, para consolidar una oligarquía política militar empresaria y  la Cámara Argentina de Comercio, la Bolsa de Comercio, la Unión Industrial, la Sociedad Rural, la Asociación de Bancos y ACIEL (Instituciones Empresarias Libres) apoyaron la dictadura. La política económica del ministro de economía  Krieger Vasena favorecía a las inversiones extranjeras y la formación de grandes complejos industriales, provocando la quiebra de pequeñas y medianas empresa y el traspaso de empresas nacionales a capitales extranjeros. Se devaluó el peso, se libero el mercado cambiario y congelo el salario y el aumento de la deuda externa, perjudicando como siempre a los asalariados, a las empresas nacionales por la falta de créditos y ventas, a la economía de provincias como el Chaco, a los inquilinos por la liberación de los alquileres.

    Las nuevas modas como usar minifaldas y el pelo largo en los varones era prohibido y como símbolo del orden autoritario, la universidad perdió su autonomía en “La noche de los bastones largos” el 29 de julio de 1966 cuando el gobierno militar intervino la Universidad de Buenos Aires porque para los militares era un nido de comunistas. La policía reprime a estudiantes, profesores, visitantes extranjeros y autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas por hacer una asamblea pública. La nueva teoría de la "guerra revolucionaria" establecía que la expansión del comunismo en las naciones periféricas  se haría a través de la "subversión", y no de una confrontación militar directa entre la Unión Soviética y Estados Unidos. En cumplimiento de esto las fuerzas armadas argentinas entrenadas en la escuela de las Américas en Panamá, en 1965 en la academia militar de West Point se habían adherido a la Doctrina de Seguridad Nacional diseñada por Estados Unidos contra el comunismo cada vez más presente en América Latina a partir del triunfo de la  Revolución Cubana. Pero ese orden tuvo la resistencia de obreros, estudiantes y vecinos quienes iniciaron “el Cordobazo” hacia el 29 de mayo de 1969 y luego la formación de grupos armados, iniciando la crisis del orden autoritario, entre la protesta social y la represión militar, Perón regresaba de su exilio hacia 1973.-

 

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