Historia, Ciencias Sociales y Políticas
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Tercer Trimestre HISTORIA I
Territorio Indio del Norte : Etapas en la interrelación: Pueblos indígenas con la cultura Dominante
Hoy en toda América, los pueblos indígenas ya no se conforman con el derecho a ser diferentes, sino que luchan por el autogobierno en su territorio, la autonomía política para combatir la miseria y ejercer los derechos que le corresponden en Estados declarados pluriculturales, que crean leyes reconociendo la identidad étnica de los pueblos originarios, pero para no cumplirlas.
En nuestra provincia, existen cuatro etapas históricas en la interacción pueblos indígenas y Hombre blanco. La primera etapa denominada, ofensiva-defensiva (1854-1885) cuando el hombre blanco se “defiende” de los indígenas quienes son masacrados, mientras se produce la expansión de las fronteras políticas y económicas del Estado, por medio de las fronteras culturales construidas con “el otro” diferente e inferior de acuerdo al pensamiento eurocéntrico.Durante el neocolonialismo, la oligarquía argentina construye el Estado, excluyendo al indio improductivo por ser “bárbaro” y no “civilizado” . Se realizan expediciones militares para la conquista del “desierto verde “, donde el Ministro de Guerra del Presidente Roca, Benjamín Victorica extiende las fronteras del país hasta el rio Bermejo, reduciendo (asesinando)indígenas y los que pudieron escapar fueron muertos o sometido en Formosa por el coronel Rostagno en 1912 cuando la frontera alcanza hasta el rio Pilcomayo.
La segunda etapa es la de sometimiento y colonización entre 1884 y 1924 donde el indio improductivo que amenazaba el progreso del país ya no es un tema de guerra, sino que se lo trata de “civilizar” creándose reducciones y colonias para convertirlo en mano de obra barata. Pretendían convertirlos en agricultores cambiando su identidad étnica , siendo ubicados en superficies limitadas y controladas para que abandonen la caza y recolección en su monte que estaba destinado a la explotación capitalista del quebracho, el algodón, y más cerca en el tiempo, la soja . Los pueblos indígenas se incorporaron a la organización capitalista de su propio territorio, como excluidos, peones o jornaleros rurales, recibiendo pagos en especie (harina, yerba, azúcar herramientas, armas) haciéndose dependientes de los bienes culturales del hombre blanco. Se crean reducciones religiosas y colonias agrícolas para convertir a los aborígenes a la religión católica y en agricultores. Colonias como la de Napalpi (se encuentra entre Quitilipi y Machagai, pertenece al municipio de Quitilipi) donde se produjo una gran masacre, cuando se producen rebeliones indígenas que deseaban regresar a su mundo ideal, sin injusticia, explotación, maltrato, enfermedades, hambre y sin la presencia del blanco, pero la respuesta del hombre blanco fue a través de las armas que no hacían diferencia alguna entre hombres, mujeres y niños.-
En la tercera etapa entre 1924 y 1984 se pretendía integrar a los pueblos originarios a la cultura dominante, a cambio de que el aborigen deje de ser aborigen, siendo reconocidos como ciudadanos, como sujetos de derechos. El estado nacional a través de diferentes estrategias como: escuela, tractores, semillas, asistencia social, documentos,…pretendió integrarlos a nuestra cultura como pueblo sometido.
En la cuarta etapa desde 1984 se intenta revalorizar la cultura aborigen de acuerdos a los tiempos democráticos de diversidad cultural e interculturalidad… Se respeta la identidad étnica de los distintos grupos étnicos de aborígenes como un derecho humano expresados en distintas leyes pasándose de la aculturación a la diversidad cultural. En este contexto democrático se aprecia que los indígenas son reconocidos como hermanos en el discurso oficial y en las leyes, pero siguen siendo despojados de sus territorios, de su identidad y de su vida, y el monte quitado de ayer y de hoy sigue reproduciendo pobreza, hambre, enfermedad. La ganancia y el mercado, convierten a las leyes democráticas en simples discursos, al quitarle al aborigen su territorio donde intenta aún desarrollar su propia identidad y la utopía de un mundo mejor sin injusticias, hambre… y sobre todo ya no sin la presencia, sino sin el egoísmo del hombre blanco.
La interacción hombre blanco y pueblos indígenas en el contexto de la diversidad cultural como construcción sociohistórica, no debe significar enfrentamientos sino convivencia en igualdad de condiciones, en una interculturalidad más ideal todavía que real, a través del respeto a la identidad étnica de los pueblos originarios, comprender una realidad compartida de derechos y necesidades, “…de intercambios horizontales, simétricos y recíprocos entre los grupos para garantizar la convivencia…” (Briones, Claudia. “La puesta en valor de la diversidad cultural: implicancias y efectos”) para recuperar nuestra libertad de pensar, sentir y actuar con el otro y nunca más pensar por el otro porque: la conquista material_espiritual de las distintas naciones aborígenes de nuestro Chaco, seguirá reproduciéndose mientras “los otros” no recuperen su territorio, su monte, es decir, mientras no recuperen su vida, no para vivir del monte sino con el monte.
Barre, Marie-Chantal: Ideologías y movimientos indigenistas, México Siglo XXI; 1983.
Briones, Claudia (ed.): Cartografías argentinas: políticas indigenistas y formaciones provinciales de alteridad, Buenos Aires, Antropofagia, 2005.
Lazzari Áxel Historias y reemergencias de los pueblos indígenas.