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Tercer Trimestre Ciencia Política

El Destino Manifiesto del Nacionalismo de Estados Unidos

 

    El Nacionalismo en tiempos del presidente Trump con su visión de "Estados Unidos Primero" y  "Cuando Estados Unidos crece, el resto del mundo crece", junto a la futura construcción del  “muro con México” no hace más que exaltar la cultura politica estadounidense de siempre. Para Estados Unidos, América Latina solo fue prioridad algunas veces por cuestiones vinculadas  al peligro del comunismo soviético durante la guerra fría (1947-19991) el narcotráfico y los recursos naturales que necesita para su gran Economía, que lo ha logrado históricamente mediante acuerdos bilaterales (entre dos países) flexibles donde se deben aceptar sus reglas y caprichos en un sistema de premios y castigos.

Estados Unidos ha ejercido desde siempre un rol dominante sobre América latina desde que  la Dcotrina Monroe, promulgada  por Estados Unidos en 1823, establecía “América para los americanos”, para impedir la intervención de los países europeos en nuestra América, pero americanos significaba: para ellos... lo que posibilitó la intervención y el control político y económico sobre los países latinoamericanos. Se basaba en el mito  de que Estados Unidos, como la nación más poderosa, poseía un ‘destino manifiesto’  de dirigir al mundo en la lucha bíblica del bien contra el mal y de paso poder asegurar el cumplimiento de sus intereses económicos y de seguridad; la promoción del bienestar económica de su población y del complejo militar-industrial.

   Durante la “guerra fría” (entre el Capitalismo de Estados Unidos y el Socialismo de la Unión Soviética) Estados Unidos consideraba a América Latina como su área de influencia y por eso intervenía apoyando a dictadores anticomunistas o para ayudar a derrocar a gobiernos considerados enemigos. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y las embajadas, demócratas o republicanas, actuaban directamente instalando gobiernos amigos, mucho más después de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro, que se declaró a favor del Socialismo Soviético y el ejemplo revolucionario se extendiera por los países latinoamericanos.

  En los años 1960 el presidente John F. Kennedy creaba la Alianza para el Progreso tratando de impulsar reformas económicas para disminuir  el sentimiento antinorteamericano y la influencia del comunismo mientras la CIA seguía derrocando gobiernos, pero los intentos reformistas de Kennedy terminaron con su asesinato, en 1963. En la década de 1970, la expansión económica iniciada luego de la segunda guerra mundial  se terminaba, dando lugar  a una etapa de crisis económica, política y social  y las democracias latinoamericanas eran reemplazadas por sangrientas dictaduras como en el caso de Chile con Pinochet  y la Argentina con Videla, apoyados por los Estados Unidos en cumplimento de la doctrina de seguridad nacional, mientras se instalaba el neoliberalismo. Luego de la derrota sufrida en Vietnam y bajo la presidencia de James Carter se produce un vuelco en su política exterior surgiendo una política en favor de los derechos humanos en  contra de las dictaduras militares. Pero hacia 1980 la administración republicana de Reagan replanteo nuevamente la política exterior, reinstalando la seguridad contra la expansión del comunismo, mientras los países latinoamericanos recuperaban su democracia pero con un enorme endeudamiento heredadas por las dictaduras militares, cuya crisis económica estalló hacia el 2001. En los años 90, al no existir más la Unión Soviética, se produce una nueva redefinición de la política exterior  que se tradujo en incentivar el libre comercio a través de la iniciativa de las Américas que dieron lugar a diferentes Cumbres Presidenciales donde el libre comercio y la democracia fueron los elementos centrales (Miami 1994,Santiago 1998, Québec 2001). Sin embargo todo cambia con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la guerra de Irak  que estableció un “Estado de Emergencia” que dio lugar al incremento del dominio militar unilateral de Estados, quien impone sus ideas  anulando cualquier  posibilidad de debate en defensa del principio de seguridad Nacional, aplicado también a los acuerdos comerciales con cada uno de los Estados latinoamericanos por separado, no en bloque, que significaría mejorar las condiciones de negociación.

   Con el denominado “ giro a la Izquierda”,  que se manifestó en el surgimiento de  gobiernos progresistas  de Bolivia, Ecuador , Venezuela, Chile, Uruguay Brasil y Argentina desde  la crisis neoliberal del 2001, apareció una  nueva estrategia geopolítica para dialogar con Estados Unidos, la formación de bloques regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Banco del Sur, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Petrocaribe, entre otros, pero  con el juicio político  y el reemplazo a Dilma Rousseff en Brasil, el triunfo de Macri en Argentina y de Piñera en Chile se garantiza el regreso neoliberal en la región y a la política tradicional de América Latina de establecer acuerdos bilaterales (entre dos países) con Estados unidos en forma fragmentaria fiel a su historia de divisiones, disminuyendo su capacidad de negociación.-

 

Bosch, Aurora. Historia de Estados Unidos, 1776-1945. Barcelona: Crítica, 2005 PDF

Dorado, Analía Inés Los fundamentos del nacionalismo norteamericano: la construcción de una nación. UBA 2005.  pdf

Johnson Paul. Estados Unidos. La historia. Editorial Javier Vergara 2001

Macradis, Roy C. y Hulliung, Mark L. Las ideologías políticas contemporáneas. Alianza Editorial 1998.

Quine, W. Desde un punto de vista lógico. Paidós. Bueno Aires.2002

Stoessel Soledad Giro a la izquierda en la América Latina del siglo XXI. Revisitando los debates académicos Universidad Nacional de La Plata, 2014 PDF

Zinn, Howard. La otra historia de Estados Unidos. IRU, 2005 PDF

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